Para muchos clientes, el verano es la época ideal para cuidarse y realizarse tratamientos estéticos. Unas largas vacaciones (para algunos) y más tiempo libre significa que pueden permitirse tiempos de inactividad más prolongados y que finalmente podrán realizarse la sesión de fotofacial o de renovación de la piel con láser con la que soñaban. Incluso durante la pandemia de COVID-19, las personas siguen siendo seres sociales. Para muchos, es fundamental mantener una buena apariencia durante el verano, cuando ocurren más eventos, reuniones sociales, etc. No obstante, muchos médicos, profesionales y pacientes están convencidos de que los tratamientos de láser están prohibidos durante el verano. ¿Por qué?
Motivos por los que no se deben realizar tratamientos con láser durante el verano
El principal motivo médico que dio lugar a este tabú está relacionado con el aumento de la exposición al sol y el mayor riesgo de sufrir daños por el sol. La temporada soleada implica más radiación de rayos UV (ultravioletas). Esta situación se combina con el hecho de que las personas tienden a pasar más tiempo al aire libre durante esta época y se forma la tormenta perfecta. Los rayos UV son la principal causa de los daños por el sol, que puede producir lo siguiente:
• Cambios en el tono de la piel
• Hiperpigmentación
• Envejecimiento de la piel
• Arrugas y lesiones cutáneas (manchas de sol)
La inquietud principal de dermatólogos y esteticistas es que ciertos tratamientos, por ejemplo, la renovación de la piel con láser ablativo, exponen la epidermis a los rayos UV y también aumentan la sensibilidad de la piel. Además, la piel naturalmente produce más melanina durante el verano (o en cualquier momento en que esté expuesta al sol con mayor frecuencia). Por lo tanto, la piel absorberá más cantidad de láser, lo que eleva el riesgo de quemaduras y aumento de la pigmentación. Este riesgo es aún más alto en el caso de los tratamientos de rejuvenecimiento de la piel y fotofaciales con luz pulsada intensa (IPL) que usan un espectro más amplio de luz, lo que aumenta la probabilidad de que se produzca hiperpigmentación.
El miedo de dañar la piel del paciente impulsa a muchos esteticistas inexpertos a mantenerse alejados de estos tratamientos durante el verano. Sin embargo, los dermatólogos con más experiencia y debidamente capacitados afirman abiertamente que algunos tratamientos de láser y luz se pueden realizar de manera segura durante el verano con algunas medidas de precaución.
¿Qué tratamientos con láser y fotofaciales son seguros durante el verano?
Como mencionamos anteriormente, aunque se supone que los tratamientos fotofaciales con IPL mejoran la hiperpigmentación, podrían aumentarla durante el verano. Al descartar estos tratamientos, nos quedamos principalmente con tratamientos de láser y de luz NIR (infrarrojo cercano).
Los tratamientos de luz NIR usan el espectro de luz de 800 nm a 2500 nm, apenas visible para el ojo humano. Los dispositivos de medicina estética como nuestro Harmony XL PRO usan un aplicador de LED que emite esta luz menos intensa que la IPL y los láseres. Tienen niveles de absorción en agua más altos (en lugar de melanina), lo que los hace más seguros, y su riesgo de causar hiperpigmentación es mínimo o inexistente. Como tratamiento estético, su beneficio a corto plazo es la contracción del colágeno en la piel. Esto genera un efecto de luminosidad y tensado en la piel (una opción de tratamiento excelente para la “alfombra roja”). A largo plazo, estimula la neocolagénesis, que es, básicamente, el rejuvenecimiento de la piel. Sin embargo, como es un tratamiento suave, en la mayoría de los casos los resultados son menos visibles.
Para los pacientes que buscan resultados más notables, los láseres son la mejor opción de tratamiento. Ya descartamos la renovación de la piel con métodos ablativos como tratamiento seguro para el verano, es decir, a menos que el paciente esté dispuesto a no salir ni exponerse al sol durante todo el proceso de recuperación, lo cual es poco probable. Esto nos deja con los tratamientos con láser no ablativo, que están avanzando y ganando cada vez más popularidad.
El láser ND: Yag Q-Switched de 1064 nm
La primera opción es usar el láser ClearLift que, básicamente, es un láser ND: Yag Q-Switched de 1064 nm. Este láser está bien establecido en la industria y se puede usar durante todo el año. Durante el tratamiento, genera pequeñas lesiones por efecto fotoacústico. Este efecto mantiene intacta la epidermis (la capa exterior de la dermis). Esto significa que la capa que protege la piel no se daña y, por lo tanto, no está demasiado expuesta a la fuerte radiación UV durante el verano. Además, al usar simplemente un protector con factor de protección solar (FPS) de 30 o más durante varios días después del tratamiento, se bloquean los rayos UV. De esta manera, podemos evitar el aumento de la producción de melanina.
Tratamiento avanzado con láser fraccionado
La segunda opción es nuestra reciente innovación: el láser ClearSkin PRO. ClearSkin PRO es un láser fraccionado ER: Glass de 1540 nm que tiene la extraordinaria capacidad de realizar renovación cutánea no ablativa. De manera similar al espectro NIR, esta longitud de onda enfocada también se absorbe principalmente en el agua. La energía se transforma en calor, que genera columnas de coagulación. Este mecanismo activa el sistema inmunitario y genera una reacción inflamatoria. Con el tiempo, el tejido nuevo y sano reemplaza las columnas coaguladas. El láser también calienta el tejido dérmico y crea un efecto térmico reversible que promueve la neocolagénesis y la generación de elastina. Todo esto ocurre sin que se lesione la capa externa de la piel. Al igual que ocurre con el láser ClearLift, este es un tratamiento seguro durante el verano si se aplican durante algunos días las medidas habituales posteriores al tratamiento, por ejemplo, usar protector solar y evitar actividades que implican exponerse al sol por períodos extendidos (como ir a la playa).
Combinación de todos los tratamientos mencionados
Para los profesionales y pacientes que buscan obtener los resultados más óptimos posibles, lo que más se recomienda es usar diversas combinaciones de las tecnologías mencionadas. Existen numerosos protocolos de tratamiento que han demostrado mejorar los atributos de la piel al usar más de una tecnología. Por este motivo, resulta tan valiosa una plataforma multiláser e IPL, por ejemplo, Harmony XL PRO. Esta permite tanto a dermatólogos como a esteticistas combinar tecnologías y ofrecer tratamientos seguros durante todo el año.
En conclusión, todo se reduce a tomar las medidas de seguridad adecuadas y usar la tecnología correcta (recuerde: ¡nada de fotofacial IPL!). Los tratamientos con láser se pueden realizar durante el verano para ayudar a los pacientes a conservar una apariencia joven todo el año.